viernes, 9 de abril de 2010

Decálogo Huertano

T

endré presente honrar a Nuestra Madre "Maria del Huerto" en su día

(2 de Julio) como lo hicimos año a año en nuestro colegio.

E

speraré con paciencia, porque la paciencia es sin duda una de las virtudes de todo misionero, ser sincero consigo mismo, con Dios y con los demás.

S

eré defensor de la dignidad humana, de la vida desde su concepción hasta su culminación, la fidelidad matrimonial, la paternidad responsable y la unidad de la familia.

T

odos los días de mi vida transmitiré ese Fuego Gianellino sensible ante los valores humanos y respetuoso de la conciencia, de los derechos de si mismo y del prójimo.

I

ntentaré siempre estar allí donde hay una necesidad con una cristiana escala de valores, basada en sólidos principios éticos.

M

antendré y practicaré en cada momento la Caridad Evangélica Vigilante con una permanente actitud de servicio y solidaridad que lo haga colaborador en todas las acciones comunitarias de promoción humana y cristiana.

O

raré siempre porque sin oración no hay Fé que nos sostenga, que dé primacía a la persona sobre todo proyecto y poder.

N

unca olvidaré, como buen gianellino, ser promotor de una formación cívica y política inspirada en la enseñanza de la Iglesia que nos lleven a la participación libre y responsable.

I

ntentaré encontrar coherencia en cada acto de mi vida con una actitud sanamente critica y valorativa frente a los distintos modelos de vida, por mi, mi familia y los demás.

O

h Señor que pueda reconocer en Jesús la fraternidad entre todos los hombres y que egrese del Colegio con AMOR: por la Iglesia, la Patria, la Familia, el Colegio y por mi propia vida y libertad.

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